En esta cuarta entrega de “Mago y Cristal“, por último, Rolando y el ka-tet consiguen huir de la urbe de Lud a bordo del tren enloquecido, Blaine. Logran derrotarlo en una competición de adivinanzas, entonces reanudan el tan ansiado camino que conduce cara la Torre Obscura.
El autor, Stephen King, decide que este es el instante donde Rolando decide contar su historia, trágica, con traiciones, con destierro. Allá cuenta asimismo de qué forma fue que acabó transformándose en un pistolero solitario, sin un hogar propio, plenamente entregado a una busca que a priori resultaría imposible. El punto interesante de lo que allá cuenta Rolando es la historia de su gran amor por Susan Delgado: su primer amor y como es de aguardarse, tal vez el único auténtico de su vida, y asimismo cuenta sobre las jugadas hechas para separarlos. La verdad es que Rolando era muy joven para poder defenderse de aquellas fuerzas de la naturaleza e inclusive sobrenaturales que conspiraban contra su persona.